Cuando hablamos de tasación inmobiliaria, solemos pensar en ubicación, metros cuadrados o estado de conservación. Pero hay un factor menos conocido que también puede impactar: el clima.
El entorno climático de una zona afecta la valoración de las propiedades de varias maneras. Por ejemplo, las viviendas en zonas con clima agradable y estable suelen tener mayor demanda, lo que puede elevar su precio. Por el contrario, zonas propensas a fenómenos extremos —como lluvias intensas, calor excesivo o fuertes vientos— tienden a tener menor atractivo para algunos compradores e inversores.
Además, el clima también influye en el mantenimiento de la vivienda. En áreas húmedas o muy calurosas, los materiales sufren mayor desgaste, lo que puede impactar en la tasación si no se realizan los cuidados necesarios.
Por eso, cuando evalúas el valor de tu propiedad, el clima local también cuenta. En nuestra inmobiliaria te asesoramos para que conozcas todos los factores que influyen en la tasación y puedas tomar las mejores decisiones.